La Comisión Europea quiere abrir a la tecnología móvil de tercera generación (UTMS) el espacio radioeléctrico reservado ahora a los servicios GSM, una medida que se traducirá en un ahorro del 40% para las compañías de telecomunicaciones en el plazo de 5 años. Para ello, el ejecutivo comunitario pretende abolir antes de final de año la directiva de 1987 sobre GSM, que contribuyó a la expansión de este estándar para la telefonía móvil en Europa y en el mundo al atribuirle en exclusiva las bandas de frecuencia de 900 y 1.800 megahercios.
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