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Marimar Jiménez / MADRID (17-02-2006)
El próximo mes de marzo se expedirán los primeros DNI digitales en España. Será en Burgos, aunque más tarde se extenderá al resto de provincias españolas. Pero no puede haber DNI digital sin unas medidas extremas de seguridad que permitan autentificar la identidad de la persona poseedora del documento. La Dirección General de la Policía (DGP), tras muchos meses de trabajo, puso ayer en marcha en la localidad madrileña de San Lorenzo del Escorial, y en presencia del ministro del Interior José Antonio Alonso, el sistema que permite generar los certificados digitales que se incorporarán en los chips de los nuevos DNI, que incluirán datos identificativos y la firma electrónica. Con este acto, al que también acudieron Víctor García, director general de la Policía, la subsecretaria de Internet, Soledad López, y un nutrido número de empresarios del sector tecnológico, se culmina un largo proceso de seguridad informática que ha sido calificado por distintos expertos independientes como el de mayor dimensión y más moderno realizado hasta ahora en el mundo, según dijeron fuentes de la DGP. La inversión realizada por este organismo en los distintos equipos informáticos y elementos físicos para garantizar la máxima seguridad posible de este sistema de certificación y firma electrónica supera los 50 millones de euros. En esta partida no se incluyen otras inversiones realizadas en el DNI electrónico. El sistema de certificación está validado por el Centro Criptológico Nacional, ente dependiente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Las medidas de seguridad de esta forma de certificación son tales que la Unidad Tecnológica de la DGP ha invertido tres años de trabajo e investigación, en colaboración con las más prestigiosas entidades privadas y públicas de tecnología y seguridad informática. 'El sistema recién inaugurado es el único en España que no sólo permite autenticar la identidad del usuario sino que lo hace con plena garantía de confiabilidad. Diferencia claramente la autenticación de la identidad (es decir, que la persona es quien dice ser) y la firma o autorización expresa (como una firma manuscrita) como dos hechos distintivos', explicaron. Para ejecutar la función de la firma electrónica se teclea, según la Policía, una clave personal de acceso, un pin, que otorga el paso a los certificados de identidad. Estos tienen dos claves, una pública, que es la que viaja en las transacciones telemáticas, y otra privada. El responsable de Interior explicó que el chip electrónico contendrá la identidad del ciudadano, 'preservando su intimidad y libertad' y aseguró que la firma electrónica nos permitirá, sin movernos de casa o desde cualquier ordenador, relacionarnos con cualquier oficina de la Administración Pública para hacer distintos trámites o efectuar compras online, informa Efe. 'Entramos en un hito muy importante, que va a marcar las relaciones con la sociedad de la información', comentó el ministro, quien aseguró que el nuevo DNI va a ser 'más seguro que cualquier otro sistema que se conozca hasta la fecha'. Una clave muy bien guardada El ministro del Interior, el director general de la Policía y la subsecretaria de Interior participaron ayer en una ceremonia que calificaron de 'trascendente'. Cada uno de ellos incorporó en el sistema una serie de credenciales, que generaron un par de claves matrices. Éstas fueron guardadas inmediatamente en una caja acorazada en el Centro de Proceso de Datos de la Dirección General de la Policía en la localidad madrileña de El Escorial, y son las que van a servir de base de toda la infraestructura de certificación. Cada certificado tiene un par de claves, pero el ciudadano sólo deberá memorizar su pin, que constará de ocho dígitos. Este pin se otorgará a cada persona de forma aleatoria en un sobre ciego, pero el ciudadano podrá cambiarlo en los puntos de activación del DNI existentes en las oficias o por internet.
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